
Cómo empezar.
No puedo saberlo, así como no puedo saber nada de lo que "pasó" y no pasó entre nosotros. Me confunde, siempre lo hizo. Siempre lo hizo al igual que tú y tus asquerosas y atrayentes miradas.
Después de más de un año sin dejar de verte, sigo pensándote; lo cuál, dudo mucho que tu hagas conmigo. De vez en cuando desapareces (de mi mente). Pero así como viniste la primera vez, apareces la número quinientos y tanto de improviso, tan inesperado como de costumbre y sin importarte cuánto me afecte, para bien o para mal. Claro, es que no lo sabes. Probablemente ni te imagines el efecto que causaste en mi, cuándo "estabas a mi lado".
Pero todo bien, todo fresh. Así fue siempre, y parece que así lo seguirá siendo. Parece que nada cambiará, porque sigue igual que hace dos, cinco, siete, once, catorce... catorce meces.
Quise escribir sobre ti, para ti, para pensarte. Una vez más. Supongo que lo necesitaba. Necesitaba, te extrañaba (te extraño) en mis pensamientos, en mi cuerpo y en mi sonrisa.
Y es que -no entiendo cómo- de una manera extrañamente fácil y difícil a la vez, lograste entrar (sin permiso, claro está), arrimar, acomodarte, haciendo y deshaciendo, cómo tu nombre y tu persona lo creían conveniente, muchos sentimientos, emociones y pensamientos que se albergaban en algún rinconsito de mi.
De hecho, cambiaste mi vida. De eso no hay duda alguna. De alguna forma, algunos aspectos. O tal vez el hecho de que me hayas gustado de esa manera. En esas circunstancias; en ese momento, naturalmente, equivocado. Muy muy equivocado.
Que más se espera que diga. Que más se espera que diga de ti. ¡Que esperas tú, que yo sienta por ti! Cuándo lo sepas, cuándo sepas que nunca abandoné tu recuerdo, lo obvio es que te sorprenderás y pensarás que estoy profundamente, enamorada no, obsesionada contigo. Y, sí, probablemente te de miedo, te asustes, te voltees en un segundo y te marches en otro, huyendo por primera vez de nuestra relación que nunca empezó. Probablemente pienses que estoy loca, que soy una chiquilla enamoradiza, una tonta, una ilusa; alguien que no supo superar algo que pasó hace mucho tiempo, y que no fue nada.
Pero, déjame decirte: no fue nada para ti. Porque para mi, significó la vida entera. Una vida que espero poder acariciar e ir más allá de esas caricias del comienzo, que deberá tener un final, porque dicen que todo lo tiene. Pero esperemos que ese mismo final se tome todo el tiempo que desee, porque vamos a querer disfrutar de nuestro "para siempre", que dicen, es muy poco tiempo. Y pasará así, siendo muy poco, a pesar de que para nosotros se detendrá, brindándonos felicidad que mucho tiempo soñábamos no tener que esperar.